domingo, 6 de noviembre de 2011

Derechos del lector

Daniel Pennac, (Casablanca, es un escritor francés nacido en Marruecos en el 1944).
Proveniente de una familia militar, pasó su infancia en tierras africanas y del sudeste asiático y su juventud en Niza, donde se graduó en letras y se decantó por la enseñanza.
En 1992 creó su obra  Como una novela en la que formuló una serie de derechos que poseía cada lector, evidentemente, esos derechos podrían ser muchísimos más, pero Daniel, recurre únicamente a estos 10 para hacer una comparación irónica de los Diez Mandamientos bíblicos.


1. El derecho a no leer: referido al derecho que tienen todas las personas a elegir el momento que ellas estimen para emprender una lectura cualquiera y prolongar ese momento por cuánto tiempo vean conveniente.
2. El derecho a saltarnos páginas: referido al derecho a decidir leer aquellas páginas que se consideren importantes y que aportarán algún tipo de información para sí mismos.
3. El derecho a no terminar un libro: derecho muy conocido por muchos de nosotros, en el que Daniel intenta plasmar, de alguna forma, la posibilidad de dejar un libro sin concluir debido a la falta de tiempo o simplemente porque no sea tal y como habíamos previsto que iba a ser.  
4. El derecho a releer: son muchas las ocasiones en las que leemos un texto determinado porque no nos ha quedado claro algo, porque se nos ha olvidado cierta información, o simplemente porque nos ha gustado tanto que merece la pena volver a leerlo.
5. El derecho a leer cualquier cosa: es el propio lector, según sus gustos, aficiones e intereses el que debe elegir qué tipo d libro va leer.
6. El derecho al bovarismo: derecho en el que tenemos la oportunidad de “sumergirnos” profundamente en la historia que estamos leyendo y hacer de la realidad casi la ficción de nuestro libro. El ejemplo más claro de este derecho lo encontramos en una de las obras españolas más importantes de la historia, en el que el personaje principal de Don Quijote de la Mancha, en una de sus aventuras, absorto por los libros de caballerías confunde la realidad con la ficción.
7. El derecho a leer en cualquier sitio: es precisamente ésta una de las características principales de la lectura y es que un libro está totalmente exento de cables o mecanismos que provoquen que dependa de algo concreto para realizar su función, sino que puedes llevarte un libro al lugar más recóndito del planeta y así tener un clima de total tranquilidad para llevar a cabo la propia acción de leer.
8. El derecho a ojear: derecho referido a leer un libro en el orden que nosotros mismos estimemos oportuno.
9. El derecho a leer en voz alta: derecho referido a llevar a cabo la lectura como el propio lector decida, pudiendo leer de tal forma que las personas que están a su alrededor escuchen y disfruten también de la obra.
10. El derecho a callarnos: a leer en voz baja de tal forma que solo nosotros sepamos lo que leemos.

1 comentario:

  1. Ahora... a cumplirlos y de ver cómo podemos conjugar esto con las clases de literatura de primaria... :)

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